Aunque actualmente se diga que cada vez se ve menos, creo que no es así. Es más bien que en general tendemos a ver “lo que no hay” por inercia. Debemos darnos cuenta de que tenemos grandes referencias en nuestras vidas de su existencia, como grandes historias de abuelos, padres, gente cercana…
Algunas parejas de hoy en día creen tenerlo, pero en realidad es como si estuvieran actuando en una obra de teatro, desde fuera parece real, pero dentro está totalmente vacío. Algo así como un pacto de conveniencias, claro que el roce hace el cariño, pero el cariño no es amor... Creo que es importante diferenciarlos, porque por amor se da todo, pero si damos todo por cariño, nuestro “todo” no tiene en la otra persona la misma importancia, y puede quedar en pedazos.
Hay muchas parejas en las que no lo veo, pero también hay muchas otras en las que sí. En estas últimas cambian algunos pequeños detalles. Esto no voy a poder describirlo, puesto que como dijo William Shakespeare, “es amor bien pobre el que puede evaluarse”. Una de las pocas cosas que puedo señalar en mi “definición de amor” es la importancia de la gran admiración que siente cada uno por el otro, y el empeño por la felicidad del otro siempre por encima del propio egoísmo. Apoyar a la otra persona para que sea “más ella” o “más él”. Como dijo Jorge Bucay, “El verdadero amor no es otra cosa que el deseo inevitable de ayudar al otro para que sea quien es”.
Tal y como he hecho yo, un equipo de profesionales de la educación y psicología decidieron preguntar a un grupo de niños entre cuatro y ocho años que era para ellos el amor. Los niños contestaron tomando como definición esos pequeños detalles que marcan la diferencia, ya que están presentes en su alrededor y en su día a día:
“Cuando mi abuela se enfermó de artritis, ella no se podía agachar para pintarse las uñas de los pies, mi abuelo desde entonces, pinta las uñas de ella aunque él también tiene artritis”
Rebeca, 8 años
“Amor es como una viejita y un viejito que son muy amigos todavía, aunque se conocen hace mucho tiempo” Tomás, 6 años
“Cuando alguien te ama, la forma de decir tu nombre es diferente”
Patricio, 4 años
A pesar de todo, de poder experimentarlo o no, lo verdaderamente bonito y tranquilizador es saber que existe. Como pequeña prueba de su existencia, me gustaría resaltar el caso de Murad Osmann, un fotógrafo ruso que está haciendo una serie de creativas fotografías de sus viajes por el mundo. En las fotografías le cede la mayoría del protagonismo a su novia, que sale de espaldas cogiéndole de la mano. Al ocupar su novia todas sus fotografías, que son su pasión, demuestra lo mucho que ella le importa y por supuesto, todo lo que la quiere. Él señala que recorre el mundo gracias a que ella le lleva. Así vemos, como el amor sería un “dar la mano” al otro para que sea más él.
Fdo: Patricia H.
No hay comentarios:
Publicar un comentario