Smile

Smile

domingo, 6 de octubre de 2013

Érase una vez y mentira no es…

Para empezar os voy a dar lo primero que me dieron a mí, el nombre. Me llamo Patricia Inés Hernández Giménez, se podría decir que el segundo nombre no me agrada mucho pero adoro la historia que tiene detrás. Nací un caluroso veintiuno de julio de mil novecientos noventa y tres en el Hospital San Jorge de Huesca, una bonita ciudad al norte de Aragón. De mis primeros “trotes” no me acuerdo demasiado, pero sé de fuentes fiables que era muy traviesa y no permitía que la gente de mi alrededor  se aburriese. Lo cual sigo escuchando en comidas familiares, y comprobando en algún que otro vídeo. A pesar de no guardar detalles de esa etapa siento con total firmeza que fue increíble, y no dudaría en volverla a repetir.


Cuando cumplí tres años empecé en el colegio Santa Ana, donde permanecí  hasta finalizar la educación secundaria obligatoria. Hace unos años siempre señalaba las ventajas de los otros colegios, pero si ahora tuviera que elegir no dudaría en afirmar la decisión de mis padres. Durante ese período conocí a  muchas personas, algunas de ellas siguen aquí conmigo, y de las demás guardo un grato recuerdo. Generalizando mi paso por el colegio se podría calificar como “lo esperado por cualquier padre: “buena chica”. Todo ello al final estalló.  La falta de motivación fue una de las causas de mí cambio en el último curso. No sé si añadida o provocada por la adolescencia, influida seguro. Este cambio me puso la cabeza “patas arriba”, y me descolocó las prioridades. Fue guiado por el pasotismo, y seguido de algún que otro gesto de rebeldía,  camuflado en algún que otro piercing. Que se resumían en llamadas de atención que intentaban demostrar lo “libre” que era o quería ser.



A la hora de la elección de un instituto para estudiar el bachillerato mis padres antepusieron su decisión a la mía, tuvo que ser una tarea difícil para ellos en ese preciso momento. Aunque también  es cierto que siempre se lo agradeceré porque fue allí donde me di cuenta que estaba yendo por un camino erróneo, y decidí volver a llevar las riendas de mi vida, ahora sí con mucha más confianza y un poquito más de experiencia. Sinceramente no tengo mal recuerdo de esa época, puesto que aunque no fuera precisamente buena ha  influido notablemente en como soy ahora, y  en mis aptitudes e inquietudes. Además gracias al instituto conocí la Universidad de Navarra donde estoy estudiando, y me atreví a estudiar bioquímica. La decisión de la que me siento más orgullosa. Sinceramente no sabía si estaba tomando la decisión correcta hasta el día del examen previo, hasta que pisé Pamplona y me enamoré de mis futuros cuatro años.




Y al final, ha sido incluso mejor de lo que me imaginaba. Estos dos años de etapa universitaria han sido indudablemente los más exquisitos.  Me he dado cuenta de que adoro lo que estoy estudiando, donde lo estoy estudiando y por supuesto, con quién, he conocido a personas que ya considero insustituibles. No tengo palabras para describirlo.


No obstante, también he crecido personalmente  de manera exponencial. Me gusta pensar que todo ese cúmulo de experiencias  han dado forma a mi personalidad como si estuvieran esculpiendo una escultura, y esa escultura que empieza a dejar entrever algunos  detalles sea mi propio yo.  Me considero una persona realista, pero siempre intento llevar el realismo hacia el positivismo,  un día sin sonreír es un día perdido. Creo enormemente que no hay nada malo que por bien no venga, esto me ayuda a entender las cosas no tan buenas que suceden. Creo en el destino y me considero fan incondicional de los dos actos humanos más bellos, sonreír y dar consejos, el segundo requiere sacar el pasado enterrado, limpiarlo, quitar las partes feas y reciclarlo, dándole más valor del que tiene y entregárselo a otra persona con el fin de evitarle un posible error.


Por último, he de afirmar que el hecho de hacer esta autobiografía es una de esas huellas que se quedarán en mí.
                                                                                                                                       Fdo: Patricia H.


No hay comentarios:

Publicar un comentario